Un abogado mantiene un romance con su secretaria.
Al poco tiempo, ésta queda embarazada y el abogado, que no quiere que
su esposa se entere, le da a la secretaria una buena suma de dinero y
le pide que se vaya a parir a Italia.
Ésta pregunta: "¿Y como voy a hacerte saber cuando nazca el bebé?"
El abogado responde: "Para que mi mujer no se entere, tan sólo envíame
una postal y escribe por detrás: "Spaghetti". Y no te preocupes de
más, que yo me encargaré de todos los gastos."
Pasan los meses y una mañana la esposa del abogado lo llama al bufete,
algo exaltada: "Querido, acabo de recibir el correo y hay una postal
muy extraña de Italia. La verdad, no entiendo qué significa."
El abogado, tratando de ocultar sus nervios, contesta:
"Espera a que llegue a casa, a ver si yo entiendo..."
Cuando el hombre llega a casa y lee la postal, cae al suelo fulminado
por un infarto.
Llega una ambulancia y se lo lleva.
Ya en el hospital, el jefe de cardiología se queda consolando a la
esposa y le pregunta cuál ha sido el evento que precipitó tan masivo
ataque cardíaco.
Entonces la esposa saca la postal y se la muestra diciéndole:
"No me explico, doctor; él solamente leyó esta postal. Vea usted mismo
lo que trae escrito."
"Spaghetti, Spaghetti, Spaghetti, Spaghetti, Spaghetti.
Tres con salchicha y albóndigas y dos con almejas. "
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