> >Las mujeres somos víctimas de un complot urdido por mentes perversas > >que se reúnen en un lugar secreto y deciden lo que ellos llaman > >"tendencias de moda". ¿Quiénes son? ¿Cómo lo hacen? Yo me imagino que > >llega Paco Rabanne y > >dice: > > > > > > > >- "Veo, veo que este año se va a llevar el azul petróleo". > > > > > > > >Y saltan a dúo Victorio y Lucchino: > > > > > > > >- "Eso, eso. Y los jerséis sin mangas, pero de cuello alto ¡y que se > >jodan!". > > > > > > > >¡Y ya te puedes dar por jodida! Porque la moda no es una industria. ¡Es > >una secta dirigida por maricones!. Y de esos seres que nos odian ¿qué > >podemos esperar?... Si nos hacen ir con esos pantalones que se abrochan > >en la rabadilla y nos hacen creer que vamos tan bien (creo que lo hacen > >para que luzcamos esos ridículos tangas que tanto molestan). O con esos > >otros pantalones de patalarga que van limpiando las aceras. Y es que, > >¿saben lo que son las "fashion victims"?: son las mujeres que han caído en > >sus redes y ya no pueden escapar. Esas que cuando se acercan a un > >escaparate, oyen voces en su cabeza: > > > > > > > >- "El poder de la moda te obliga", "el poder de Dior te gobierna". > > > > > > > > Realmente, yo me di cuenta del poder que tiene esta secta cuando > >intenté comprarme un vestido rojo. Parece fácil, ¿verdad?, total un vestido rojo... > >Pues no. Porque las tiendas ¡están en el ajo!. Son las representantes de > >Dior en la tierra. Y, claro, llego yo, y le digo a la dependienta: > > > > > > > > - Buscaba un vestido rojo. > > > > > > > > Y me suelta: > > > > > > > >- ¿Rojo? Este año no viene nada en rojo. Este año se lleva el azul petróleo. > > > > > > > > - ¿Y eso rojo de ahí? > > > > > > > >- Eso es la funda del extintor, pero si quiere se la saco. > > > > > > > > Así es como empiezan las sectas: ¡anulando tu voluntad! Porque, de > >repente, me veo diciendo: > > > > > > > >- Vale, sácame uno azul petróleo de la 38. > > > > > > > > Y, en ese momento, la dependienta me mira como se mira un SEAT Panda > >desde un todoterreno: > > > > > > > >- ¿La 38? Tú estarás entre la 40 y la 42. > > > > > > > >Claro, yo la miro a ella como diciendo: "Y tu estarás entre gilipollas > >y tonta del culo" > > > > > > > >Pero le digo: > > > > > > > > - Perdona, yo soy una 38. > > > > > > > >- No, si ya. Pero es que este año viene la 38 ceñida, ¿sabes? > > > > > > > > Y es que ese es el segundo paso de la estrategia de la secta: minarte > >la autoestima para poder dominarte mejor. Ahí, yo le dije: > > > > > > > >- Con esto no me pillan ¡Yo me pruebo la 38 aunque me la tenga que > >meter a rosca! > > > > > > > >Y, claro, te miras al espejo y lo que ves es: una morcilla. Una > >morcilla azul petróleo. > > > > > > > >Y digo yo: si en todo el mundo un metro es un metro y un kilo es un > >kilo, ¿por qué la talla 38 no es siempre la talla 38?. Tú vas al > >Carrefour y la talla 38 se la puede poner King África y, sin embargo, > >vas a Versace y la > >38 no se la pone ni Melody. Total, que hice lo que hacemos todas: > >llevármelo. Si, porque pensé lo que pensamos todas: > > > > > > > >- "Así me obligo a adelgazar". > > > > > > > >Me obligo a adelgazar. ¿Seremos idiotas? A las dos semanas te estas > >obligando a regalárselo a tu sobrina. Es como comprarte unos zapatos > >del 34 para obligarte a que te encoja el pie. Pero es que ese es otro > >de los síntomas de que estás entrando en la secta: someterte > >voluntariamente al sufrimiento físico. Aunque, a veces, cuando todavía > >no estas abducida del todo, consigues tener un momento de lucidez y decir: > > > > > > > >- "No, no me lo llevo". > > > > > > > >Y, entonces, esa enviada del mal que es la dependienta te dice la frase > >definitiva: > > > > > > > >- Llévatelo, no seas boba, ¡que lo puedes devolver! > > > > > > > >¡Y lo compramos! Como lo puedes devolver.... Eso es como comerte un trozo > >de > >moqueta: ¡como lo puedes devolver!. Así que volví a casa con mi vestido > >azul petróleo de la 38. Me lo pongo y le pregunto a mi marido: > > > > > > > >- ¿Cómo me queda? > > > > > > > >- Pequeño. > > > > > > > >- ¿Sí? ¿Me marca mucho? > > > > > > > > - Te va a hacer llagas. > > > > > > > >Ahí me dije: "Pepa, contente. Esta es otra prueba. La secta de la moda > >quiere que rompas lazos con tu entorno". "¡No, no van a poder > >conmigo!". Me lancé a la calle y no paré hasta que encontré el único > >vestido rojo que quedaba en toda la ciudad. Cuando lo ví, dije: > > > > > > > > - "¡Me lo compro! ¡Que le den a Paco Rabanne. Y que Victorio le de a > >Lucchino!" ¡Ja! > > > > > > > >Y salí de la tienda triunfante, con mi vestido rojo. Pero la alegría me > >duró dos escaparates. Es algo que nos pasa a todas las mujeres. De > >repente, se te viene el mundo encima: > > > > > > > >- "Coño, ¿y que hago yo con un vestido rojo, si este año lo que se > >lleva es el azul petróleo?". > > > > > > > >Oye, que no pude pegar ojo en toda la noche. Tuve unas pesadillas...: > >Estaba yo en una misa negra, atada de pies y manos, y los > > > > grandes gurús de la moda, rodeándome como en Polstergeist: > > > > > > > >- "Pepa, ¡veeen hacia el glamour!" > > > > > > > > Total, que me desperté, empapada en sudor y dije: > > > > > > > >- "!Vale, está bien! !Me rindo!" > > > > > > > >Me unté entera con vaselina para que me entrara el traje, y me presente > >en la boda de mi amiga Jessi, vestida de azul petróleo. Cuando llegué a > >la iglesia me encontré con que íbamos todas iguales... Allí había más > >azul petróleo que en una playa del golfo Pérsico. Ahí te das cuenta de > >que te han captado, has entrado en la secta, y a partir de ese momento: > > > > > > > >HONRARAS A VICTORIO Y A LUCCHINO > > > >NO NOMBRARAS A CHANEL EN VANO > > > >Y AMARAS A DIOR SOBRE TODAS LAS COSAS > > | |||
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03 diciembre 2006
La moda
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